Cómo financiar un proyecto de Self-Storage: opciones y consejos
- Alberto Cativiela

- 7 ago
- 2 Min. de lectura
Poner en marcha un centro de self-storage puede ser un negocio rentable, pero requiere una inversión inicial significativa. Por eso, elegir la forma adecuada de financiar el proyecto es tan importante como definir bien el diseño o la ubicación.
Aunque no existe una única fórmula válida, hay opciones que se adaptan mejor según el tipo de inversor, el tamaño del proyecto o la fase en la que se encuentre. La clave está en analizar bien cada alternativa para no comprometer la viabilidad del negocio.
Luis Enrique Manzano, Director General de Storage Maker, explica: “Un proyecto de self-storage bien planteado puede atraer financiación con facilidad. Lo importante es demostrar que es rentable, sostenible y bien ejecutado.”

Vías habituales de financiación en el sector
Antes de lanzarse a buscar capital, conviene conocer las principales opciones disponibles para proyectos de self-storage.
Capital propio: La opción más directa. Permite mayor control del negocio, pero también implica más riesgo personal.
Financiación bancaria: Requiere garantías y proyecciones sólidas, pero es una vía común si se demuestra la rentabilidad esperada.
Inversores privados o socios: Pueden aportar capital a cambio de una participación en beneficios o propiedad.
Leasing o renting de instalaciones: Ideal para reducir inversión inicial en estructuras o maquinaria.
Ayudas o subvenciones públicas: En algunos casos, si el proyecto está vinculado a desarrollo local o eficiencia energética.
Qué debes tener claro antes de buscar financiación
El acceso a financiación mejora notablemente cuando el proyecto está bien estructurado desde el inicio. Hay varios aspectos que conviene preparar.
Estudio de viabilidad: Con datos de mercado, previsión de ocupación y rentabilidad estimada.
Ubicación validada: Que cumpla normativa urbanística y tenga demanda.
Presupuesto técnico cerrado: Sin ambigüedades ni márgenes excesivos.
Empresa experta involucrada: Trabajar con una firma especializada como Storage Maker transmite confianza al financiador.
Errores que pueden frenar o encarecer la financiación
Muchos proyectos con potencial acaban retrasándose o encallando por errores evitables en la fase de financiación.
No tener en cuenta los costes operativos reales.
Subestimar el tiempo necesario para alcanzar el punto de equilibrio.
Elegir un local antes de validar su compatibilidad normativa.
Presentar un proyecto sin cifras claras ni cronograma.
“Un proyecto de self-storage bien planteado puede atraer financiación con facilidad. Lo importante es demostrar que es rentable, sostenible y bien ejecutado.”
Cómo te ayudamos en Storage Maker
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